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Foto del escritorOctavi Casanovas Villanova

Errores comunes al empezar a practicar artes marciales - Muay Thai, Kick-Boxing o FitBoxing

¿Cuáles son los errores más comunes que hacemos cuando empezamos a practicar artes marciales y como nos estancan en nuestro aprendizaje?

Aprender de los errores, tanto propios como ajenos, nos va a hacer la vida mucho más fácil. Además de observar nuestra experiencia nos puede ser útil leer sobre aquellos errores más comunes para detectarlos en nuestra práctica. En este artículo queremos hablar de aquellos errores que observamos con mayor frecuencia desde nuestro punto de vista como entrenadorxs.

Cometer errores es totalmente normal, nadie nace ni muere sabiéndolo todo. Los errores de los que te queremos hablar son aquellos que pueden entorpecer tu aprendizaje y, como sabes, nuestro objetivo es que mejores.


1. Tener prisa - Velocidad y poder por encima de la técnica

Si por tener prisa para aprender repetimos una y otra vez una secuencia de movimientos de forma incorrecta, el cuerpo automatiza un patrón de movimiento erróneo. Cuantas más veces se reproduzca, más difícil será aplicar futuras correcciones.

Los movimientos que se realizan en deportes de combate o artes marciales tienen una técnica basada en la mecánica corporal con la finalidad de obtener mayor potencia o fluidez.

Antes de hacerlo rápido, hay que hacerlo bien. Si anteponemos la velocidad a la técnica, entorpecemos el proceso de aprendizaje y obstaculizamos la comprensión de la mecánica del movimiento. De esta manera, va a ser más difícil detectar los errores que estás cometiendo y, dicho sea de paso, podemos lesionarnos con mayor facilidad.

Para aprender los movimientos debemos realizarlos lentamente y tomar velocidad conforme el cuerpo se vaya adaptando a los requisitos de la secuencia, siguiendo siempre las recomendaciones del coach. Recuerda la fábula de la liebre y la tortuga; las prisas no siempre conducen al éxito.




2. Compararse con los demás

Cada persona empieza la práctica de artes marciales en un momento distinto de su vida y tiene su propio proceso de aprendizaje. Compararnos con los demás para valorar nuestro rendimiento no nos va a permitir obtener conclusiones fiables; con mucha seguridad lo único que obtengamos sean frustraciones y preocupaciones innecesarias.

Céntrate en tu propio progreso. Toma como referencia tu punto de partida y evalúa los cambios en tu estado físico, en la resistencia de tu cuerpo y de tu mente y en el perfeccionamiento de la técnica. Centra tus esfuerzos en aquello que está bajo tu control, de manera que tu bienestar dependa de tus propias acciones. Sean cuales sean tus objetivos, no olvides disfrutar del deporte ya que, aunque no llegues a alcanzar tus metas en el tiempo previsto, tu cuerpo y tu mente van a beneficiarse a lo largo del proceso.

Dicho esto, aun y asumir que la competición se entabla con uno mismo, no podemos obviar que existen formas saludables de rivalidad en un entorno de compañerismo dónde lxs atletas se animan y se motivan a mejorar lxs unxs a lxs otrxs.



3. Expectativas poco realistas

Cuando nuestras expectativas no encajan con la realidad, el resultado suele traducirse en frustración. Debemos formular metas realistas que estén al alcance de nuestro cuerpo y nuestra capacidad de aprendizaje, considerando el tiempo del que disponemos y el esfuerzo que estamos dispuestos a emprender.

Tanto en las artes marciales, como en los deportes de contacto en general, nos encontramos frecuentemente con alumnxs que inician su proceso de aprendizaje con expectativas poco realistas, y es que en muchas ocasiones la tele nos bombardea con más ficción que realidad.

El aprendizaje de los deportes de combate y las artes marciales requiere de mucho tiempo y dedicación. No solo se necesita una buena técnica, sino que algunos de los movimientos requieren también de un buen acondicionamiento físico. No vamos a convertirnos en profesionales con dos meses de práctica.

¿Qué podemos esperar? Por lo que llevamos tiempo observando, con esfuerzo y constancia (un mínimo de tres días por semana) se pueden conseguir resultados entre el primer y el segundo año de práctica, en el que se empieza a consolidar un nivel alto y a partir de allí se maduran los movimientos aún más. Además, seguramente tu cuerpo también se ve mucho mejor acondicionado para la práctica intensa que requieren las artes marciales cuando ya llevas 1 año asistiendo a clase.


Desde Valhalla Training Camp luchamos cada día para aportar el mejor entrenamiento a nuestrxs alumnxs y atletas para que tengan una buena experiencia de entrenamiento. Con seguridad, podemos afirmar que lxs atletas ven una mejora importante en su físico, en su mente y en su capacidad de luchar al entrenar en Valhalla Training Camp.



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